lunes, 2 de diciembre de 2013

GATO DE OJOS TIERNOS

Desde niña siempre he tenido gatas en mi casa, pero al contrario de esta siempre eran negras.
Las que tengo en mi memoria se llamaban Chispi, a la que la sucedió su hija Desi.
A la Chispi, recuerdo que le ponía vestidos de cuando nosotros éramos bebes, con batones, gorros y todas las ropitas de los muñecos que pillaba. 
La gata tan quieta y negra con el batón rosa y el gorro era algo sorprendente de ver. La metía en mi cochecito de muñecas para enseñársela a mi tata, que vivía dos calles mas arriba de la mía. Todas estas cosas se las hacia sin que la gata se inmutase para nada, he incluso creo que le gustaban.
Estas cosas forman parte de mi infancia y son muy recuerdos.